Naufragio
El desastre, preocupación de lo ínfimo, soberanía de lo accidental. Yo no diría que el desastre es absoluto sino que va y viene, nómada, escribe Blanchot.
La escuela como marca
Gustavo Zalamea
En este artículo
presento un proyecto realizado con alumnos del taller experimental VIII en la Escuela de Artes Plásticas entre 2001 y
2005. A los estudiantes se les planteaba
el problema de sintetizar su idea de la Escuela en el marco de una forma
predeterminada, el dibujo de su planta arquitectónica, utilizando modelos de
pensamiento tomados del proceso racional
de diseño(elementos funcionales) combinados con una metodología de la improvisación, intuitiva, rizomática y desarrollada a propósito. Algunos trabajos resultaron
excelentes: una selección fotográfica se presenta aquí, ya que muchas propuestas,
como era natural, desbordaron los límites de la hoja y se desplegaron en el espacio,
concretándose en objetos, en acciones y en registros electrónicos.
Se trataba de un
problema conjugado entre el diseño gráfico, las artes plásticas y la arquitectura, con una idea de formación
con telón de fondo. Entiendo aquí la formación como una dimensión integral del
ser que se edifica colectivamente en un diálogo constante.
La idea de escuela se
vincula con el sentido de su primera acepción, que es un instrumento de
aprehensión del mundo, un instrumento de
orientación (visión, audición, tacto, gusto olfato, por ejemplo), y en segunda, la comprensión fulgurante de una clave.
Si el logos es el
principio de las ideas, el logotipo es un resumen gráfico, según el diccionario
es un grupo de letras, abreviaturas, terminaciones o figuras que utilizan como
símbolos o distintivo un partido político, una asociación, una marca.
Pregunta: ¿Podría la escuela de artes plásticas tener un logotipo?
¿Podría posicionarse como una marca. ”Podría
dejar una marca en sus estudiantes”. Las respuestas transitan por diversas
rutas: quizás una escuela de Artes
plásticas no podría tener un logotipo fijo, porque ningún símbolo
contiene la diversidad de todas las ideas. Si se podría concebir, en cambio,
una forma contenedora-eso es, en parte, lo que el proyecto intenta-, capaz de transformase según su contenido.
Por otra parte, la
escuela no podría publicitarse como marca:
sería extraño a su misión, parecería una perversión que una institución de
educación pública confundiera estrategias pedagógicas con estrategias relativas
al producto y al mercado. Y sin embargo… quizá la palabra posicionarse es
bastante problemática en un contexto académico, pero tampoco puede descartarse
en una situación de competencia en que la imagen de la escuela puede llegar a
ser producida usada, vendida por una industria cultural U.N. llavero, fotografía,
afiche, calendario, vaso, camiseta, pisapapeles, lámpara, bolígrafo); de la
imagen habría que ir al diseño del producto, lo que plantearía nuevos problemas
de “creación aplicada”.
Naturalmente el
producto tiene que decir algo del fabricante mismo. De la identidad se va al
imagen, de la imagen, a la comunicación, al diseño, a la cultura.
En otro orden ideas, la
escuela deja (o debería dejar) una marca en sus estudiantes. ¿Cómo se podría definir
a una marca? Como una señal que se pone (o que una personase coloca) para
reconocerse: una herida. También un sello, una especie de marca registrada, a veces
una marca de agua, transparente, solo visible a través de algún dispositivo
especial.
Para ahondar en la idea
de identidad sería útil revisar la filosofía de la Escuela que se encuentra en la
práctica de los talleres “experimentales”. Formulados siempre de modo diferentes y “abierto” por profesores de
variopintas, personalidades procedencias, los talleres se definen por su
actitud, por su voluntad construir un pensamiento en torno al objeto (propio de
la modernidad) y al proceso de configuración de un entorno y de una experiencia
que podría considerarse ecológica (proceso
propio de la contemporaneidad) .
En los talleres cuajan
el reconocimiento y la valoración de la diversidad, en medio de conflictos de
toda índole. Anoto aquí algunas accione s incluidas en la palabra proyecto,
plan intención, empresa, designio. Proyectar es lanzar. Dirigir hacia adelante
o a distancia, ver a futuro, intervenir en el tiempo, configurar, abrir y ampliar
políticas de participación, posibilitar un pensamiento plural.
En el caso particular
d este proyecto, diseño y designio se encuentran amalgamados: las imágenes
diversas enmarcadas en una forma particular se vinculan a una política que
busca construir un tejido de relaciones. La marca ideal tendría que ver con la
ética, con la responsabilidad y con al solidaridad, inculcadas al estudiante a
través de una conversación continua, leve, frágil, imaginativa, no autoritaria.
Esa marca que deja la escuela en sus mejores estudiantes (en ocasiones se
revela con cierto orgullo, en otras con cierta ironía) sería un distintivo
propio que funciona dentro del territorio del afecto. En las imágenes escogidas se ve:
Una escuela recortada
en una lengua conservada en formol, como un espécimen de laboratorio – relación
gabinete de curiosidades, museo de ciencias naturales, museo de arte contemporáneo.
El pizarrón con
huellas de tiza borradas, ejercicio,
intercambio profesor alumno, dibujo, huellas, lo duro y lo blando, lo efímero-.
Una intervención de la
serie de apropiaciones –revisiones sobre la obra de otros artistas de la
historia moderna y contemporánea. La plaqueta de laboratorio-el
dispositivo, la sangre como material de examen, el virus. La caja de herramientas, que posibilita múltiples
operaciones (se desplegó en el espacio de la exposición Portátil, 300 llaves de
ajuste de diferentes medidas). La máscara para el
baile, usada en el Primer Festival del Arte efímero (máscaras y sombreros E.A.
P.), -sobre el rostro de Karen, la secretaria de la dirección. La escuela construida
con naipes, pensando en Mallarmé y en Duchamp, puesta en escena del azar. La llave que abre
puertas de la vida cotidiana (portátil). En un aviso
clasificado, que alude a las ofertas
profesionales. En jabón y en masas de
pan-limpieza y rituales de la comida. En punta de
diamante-arte popular. Una matera donde
crecen plantas reales y
artificiales-semillero.- Un diván para la
producción de un proyecto modular –
prototipo para la industria- Un juguete de lego-armar,
desarmar, reconstruir, deconstruir. Un mapa, la imagen gráfica
de un territorio. Una placa de identificación
animal, llevada por su dueño. Una línea, un dibujo
en crecimiento como modelo proliferante, una escultura blanda del proyecto Insufflare, un sello del Darc, un grano
de arroz, una pieza de ajedrez, un tic-tac, simulacros. Muchas miradas
precisas, lucidas, ácidas, críticas.
Revista Artefacto 13,
págs. 79-89
Publicación de la
facultad de Artes
Universidad Nacional
de Colombia